El debate está servido. Dos autores, de Senegal y Francia, se oponen a esta moneda en un libro de actualidad al hilo de la ‘bronca’ entre Italia y Francia por las migraciones africanas
talia empezó el año gritando a los cuatro vientos su desencuentro con Francia, explicitado en los encendidos ataques verbales de varios miembros del Gobierno italiano contra Emmanuel Macron y el neocolonialismo galo en África. Los italianos, liderados en las políticas migratorias por el viceprimer ministro, Matteo Salvini, acusaron a los franceses de provocar las migraciones africanas a Europa al empobrecer al continente a través de mecanismos como el franco CFA, una moneda a la que tacharon de colonial. Una cuestión que se debate por lo bajo en círculos intelectuales del panafricanismo en la diáspora y entre los académicos y activistas del continente y que saltó a las portadas de los medios occidentales, como el New York Times.
La mayoría de los medios occidentales prefirió desmentir a Salvini o Luigi Di Maggio, tachándolos de populistas y demagogos. Algunos, sin embargo, se esforzaron en buscar a expertos africanos para dar más profundidad a sus análisis y se tropezaron con el economista senegalés Ndongo Samba Sylla, que publicó en septiembre del año pasado un libro sobre la materia, junto a la periodista francesa Fanny Pigeaud. L’arme invisible de la Françafrique: une histoire du franc CFA es, hoy, lectura obligada. Ambos responden, al alimón, a un cuestionario enviado por este blog a Dakar y París e intentan racionalizar un debate que, a veces, se basa en puras emociones, dogmas o sobreentendidos.